"El silencio antes del milagro".

El Adviento es la historia de un Dios que no se queda lejos. Un Dios que no observa desde la distancia ni juzga desde el trono. Es la historia de un Dios que se acerca, que se vuelve cercano, que se encarna. Cuando Tito afirma que “se manifestó la bondad de Dios”, está diciendo que el amor tomó forma concreta, palpable, humana. Eso es Navidad: un amor que decide entrar en nuestra historia.

Para la Comunidad Cristiana Queer, esta verdad es profundamente liberadora. Dios no espera que seamos perfectes ni que nos ajustemos a normas ajenas para acercarse a nosotres. Dios viene a nuestra realidad tal como somos: cuerpos diversos, identidades que florecen, historias complejas, dolores y resistencias. El amor de Dios no solo se acerca… nos busca. Y en la encarnación, Dios valida que cada cuerpo es un buen lugar para habitar.

Este Adviento, recuerda que Dios está más cerca de lo que imaginas. No llega solo en los momentos espiritualmente intensos, sino en cada gesto de ternura, en cada acto de justicia, en cada abrazo que afirma tu existencia. El amor toma forma humana también cuando tú decides amar.

Preguntas para tu día

• ¿De qué maneras sutiles he sentido que el amor de Dios se ha acercado a mí últimamente?

• ¿Qué resistencias o miedos me impiden creer que Dios desea habitar en mi vida tal como es?

• ¿Cómo podría encarnar yo ese amor para alguien que necesita sentirlo hoy?

  
  

Dinámica del día — “Haz visible el amor”

Piensa en alguien que esté viviendo un momento difícil o que necesite sentirse afirmade. Envíale hoy un mensaje, una nota de voz o un pequeño gesto que haga visible la bondad de Dios. Algo sencillo pero intencional: un “te veo”, un “no estás sole”, un “tu vida es valiosa”.

Este acto evangelístico cotidiano puede ser la manera en que esa persona descubra que Dios también se acerca a través de ti—y que nuestra Comunidad Cristiana Queer es un lugar donde el amor se vuelve carne.

Oración Breve

Dios, gracias por acercarte a mí con amor; ayúdame a reflejar ese amor en mis gestos y palabras hacia los demás. Amén.

Tito 3:4 – “Se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador.”

Todo el Adviento apunta a esto: el amor toma forma humana.