Jesús: rostro visible del amor invisible

El amor de Dios no es abstracto ni distante; se hace tangible en Jesús, en su mirada, en sus gestos, en su presencia entre la gente. Ver a Jesús es ver el amor que habita en nosotres y que nos llama a reflejarlo a los demás.

Para nuestra Comunidad Cristiana Queer, esto significa que la manera de vivir y mostrar amor también puede ser un reflejo de lo divino. Cada acto de aceptación, cada palabra de afirmación y cada gesto de cuidado revela el rostro visible de un amor que siempre ha estado con nosotres, aunque a veces invisible a los ojos del mundo.

Hoy, observa cómo tu vida puede ser un canal para mostrar el amor de Dios: en tu forma de escuchar, de acompañar y de sostener a quienes te rodean, haciendo visible lo que muchas veces se siente invisible.

Preguntas para tu día

• ¿Cómo puedo hacer visible hoy el amor invisible de Dios en mis acciones?

• ¿Qué gestos o palabras puedo ofrecer para reflejar este amor en mi comunidad?

• ¿Dónde siento que el amor de Dios aún permanece invisible y necesita ser reconocido?

  
  

Dinámica del día — “Refleja el amor”

Hoy, realiza un acto concreto que haga visible el amor de Dios: una palabra afirmativa, un gesto de apoyo, acompañar a alguien que lo necesita o simplemente mostrar atención plena.

Después, reflexiona: ¿cómo cambió tu percepción de esa persona y de ti al reflejar el amor de Dios? Reconoce que cada pequeño acto es una forma de hacer tangible lo invisible.

Oración Breve

Dios, ayúdame a reflejar tu amor invisible en mis acciones, palabras y gestos hacia todos los que encuentre hoy. Amén.

Colosenses 1:15 – “Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.”

La Navidad nos recuerda que el amor invisible de Dios se hace visible en la vida de Jesús y, a través de él, en nuestras vidas.